El agua es el ingrediente mayoritario en la composición de la cerveza,
supone más del 95% en peso de la cerveza. Además, la presencia de sales
disueltas (carbonatos, sulfatos, cloruros de calcio, magnesio, etc..) influyen
durante el proceso de elaboración y en las características finales de la
bebida: espumación, transparencia o sabor.
Antes de que se establecieran las redes de distribución de agua potable en
las ciudades, resultaba más seguro para la salud beber cerveza que agua
proveniente de los pozos existentes en la localidad. Y es que el proceso de
elaboración de cerveza aseguraba que ésta había sido hervida y por tanto
liberada de cualquier microorganismo patógeno.
Imagen de manantial de agua
La industria cervecera tenía la necesidad de contar con la suficiente
cantidad de agua y que ésta tuviera unas características de calidad constante;
es por ello, que las cervecerías se solían construir cercanas a manantiales y
su reproducción en otros lugares les hacía perder su sabor original.
Tabla características aguas
cervecerias
El avance tecnológico en el tratamiento del agua permite hoy día imitar
cualquier tipo de agua. A gran escala los tratamientos más habituales se
realizan mediante ósmosis inversa para desproveer al agua de todo tipo de sales
y posteriormente añadir la composición de sales que más interesa.
Necesidad de tratar el agua
La influencia del contenido mineral del agua sobre el pH es importante
durante el proceso de fabricación y algunos componentes minerales ejercen una
influencia específica. Aunque la composición iónica es determinante al perfilar
las cualidades finales de la cerveza (como la clarificación, retención de
espuma, color y aroma), es aconsejable que si eres un principiante no realices
complicados tratamientos de agua. Como guía general utiliza agua blanda y con
bajo contenido en sales. Si consultas con tu proveedor de agua éste no tendrá
inconveniente en proporcionarte la composición iónica del agua que suministra,
aunque principalmente interesa que el agua empleada no tenga mal sabor ni olor.
De todas formas, si se utiliza agua del grifo, hay que recuerdar que
habitualmente esta agua está clorada. El cloro en grandes cantidades reacciona
con compuestos nitrogenados de la harina de la malta generando productos
indeseados como los clorofenoles. Es aconsejable dejar reposar, durante una
noche, el agua que se utilice para que se evapore el cloro presente en ella.
Alternativamente se puede hervir el agua lo que acelerará el proceso. Si el
agua que abastece tu localidad es muy dura (con mucha cal) o con un alto
contenido en cloruros (alta salinidad), lo mejor es utilizar agua mineral
comercial, ya que en general son bajas en sales y la composición iónica consta
en la etiqueta.
pH y enzimas
La consecuencia principal de usar un agua con una composición de sales
inadecuada al tipo de cerveza que queremos elaborar es la alteración del pH
durante el macerado de la malta. La mezcla de agua y malta durante el macerado
debe ser ligeramente ácida para una correcta labor de las amilasas, las enzimas
encargadas de extraer los azucares de la malta. Esta situación puede preverse
mediante el control del pH de la papilla. El pH del agua debe encontrarse
inicialmente alrededor de 7. La mezcla del agua con la harina de malta tendría
que hacer que el pH descienda hasta los 5,3 idealmente, aunque este puede
variar aceptablemente entre 5,2 y 5,6. Si el pH de la mezcla esta fuera de este
intervalo el agua debe ser tratada o debes seleccionar cuidadosamente el tipo
de cerveza a elaborar, para obtener un rendimiento óptimo del proceso.
Imagen de tiras especiales para medir el pH
Es importante conocer la composición iónica de nuestra agua para saber si
la podemos utilizar de forma idónea para un tipo u otro de cerveza. Por
ejemplo, las maltas negras tienen la capacidad de acidificar mucho el macerado.
Si utilizamos un agua muy blanda para elaborar un tipo de cerveza negra,
nuestro pH después de la mezcla será más bajo que el pH diana y las enzimas no
trabajaran óptimamente. Por el contrario, para elaborar cervezas pálidas se
utilizan maltas también pálidas, que liberan menos ácido fosfórico y por tanto
acidifican menos la mezcla por lo que se precisan aguas más blandas para su
elaboración.
Corrección del pH durante el macerado
En caso de que nuestro pH del macerado no se sitúe en el intervalo deseado
de 5,2-5,6 tenemos la posibilidad de rectificarlo rápidamente:
a) Para reducir el pH
utilizaremos sulfato de calcio (CaSo4)
b) Para aumentar el pH
utilizaremos carbonato de calcio (CaCo3)
La adición se realiza en pequeñas dosis del volumen de una cucharadita de
postre. Al añadir la sal debemos remover constantemente la papilla durante unos
minutos hasta que el pH se haya estabilizado.
Dureza del agua
La dureza total del agua nos indica la cantidad de sales de calcio y
magnesio que se encuentran disueltas. La dureza total se compone de :
- 1. Dureza temporal, es determinada por los carbonatos hidrogenados y se puede eliminar hirviendo el agua; en esta operación se desprende el CO2 y se precipita el CaC03.
- 2. Dureza permanente, es determinada por los sulfatos disueltos en el agua y que no se ha eliminado por ebullición.
De acuerdo con esto el agua se puede clasificar según su dureza total como
indica la siguiente tabla:
CLASIFICACIÓN
|
DUREZA TOTAL (P.P.M.)
|
pH
|
Blanda
|
<150
|
6,5-7
|
Moderadamente dura
|
150-250
|
7,2
|
Dura
|
>250
|
7,5
|
Tabla clasificación dureza del agua
Agua
blanda
Abastecerse de una fuente de agua con menos de 50 p.pm. de dureza total es
una gran ventaja. Con esta fuente podemos imitar cualquier tipo de agua de
cerveza mediante la simple adición de sales.
Imagen dureza del agua en España
Agua moderadamente dura
Si tu agua está en el intervalo de dureza total indicado en la tabla
anterior y su pH es superior a 7, se puede eliminar fácilmente la dureza
temporal mediante ebullición. Obtendrás un agua blanda que podrás tratar según
la cerveza que quieras elaborar.
En cambio, si el pH es 7 o muy cercano a este valor la dureza de tu agua es
de carácter permanente. El agua es óptima para elaborar cervezas tipo Dortmund
o pale ale, aunque realmente es factible la elaboración de todo tipo de
cerveza.
Agua dura
Si tienes un agua muy dura con un pH por encima de 7,5, significa que el
agua tiene un alto contenido en dureza permanente y temporal, por lo que solo
podrás utilizarla para cervezas negras. Alternativamente puedes añadirle agua
pura hasta la proporción de sales deseada.
FUENTE:
"La cerveza artesanal, cómo hacer cerveza en casa", ed. Cerveart
Interesantísimo post.
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias! Intentamos que los posts sean útiles para la gente que hace cerveza en casa.
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